Eran los años 60 , Urbano Millán un joven de 15 años decide abandonar Talamantes, un pueblo del Moncayo para emprender su propia aventura, Urbano tenía claro desde muy niño que él tenía muchísimo que aportar a la sociedad. Urbano Millán llegó a la capital y se instaló en casa de unos familiares en Utebo, su único equipaje fueron sus ganas por aprender y buscarse la vida. Lo primero que hizo fue ir al instituto Corona de Aragón , de oyente, hay que decir que Urbano Millán no había ido al colegio.

Urbano Millán se ganó la vida como aprendiz en un taller de matricería, su carácter inquieto y sus altas expectativas le llevaron a trabajar en talleres, desarrollando diferentes trabajos, que le sirvieron para tener claro lo que quería y luchar por su sueño.